1. Conceptos

El ego y nuestra identidad

El ego es una estructura psicológica compleja que a menudo es malentendida. Al embarcarnos en el viaje de hacer a ser, puede surgir la tentación de ver al ego como un enemigo a derrotar. Sin embargo, debemos recordar que el ego no es un adversario, sino una parte integral de nuestra experiencia humana.

El ego, en su forma más simple, es nuestro sentido del “yo”. Es el narrador interno que da sentido a nuestras experiencias, es el que dice “esto soy yo” y “esto no soy yo”. Sin embargo, el ego también puede distorsionar nuestra autopercepción y desconectarnos de nuestra esencia más auténtica.

Muchas tradiciones espirituales hablan de “eliminar el ego”. Pero en lugar de intentar eliminarlo, podemos trabajar para entenderlo, observarlo y finalmente, tomar control de él. La idea es que el ego se convierta en un sirviente de nuestro auténtico ser, en lugar de ser nuestro amo.

En lugar de rechazar nuestro ego, podemos reconocerlo como una herramienta. Es útil para navegar en el mundo físico, pero también puede limitar nuestra capacidad de crecer y evolucionar si le permitimos que controle nuestras vidas. Cuando nos damos cuenta de que el ego es sólo una parte de nosotros, y no la totalidad de lo que somos, entonces podemos comenzar a explorar nuestras dimensiones más profundas.

El viaje de hacer a ser no es un camino de eliminación del ego, sino de reconocimiento y alineación. Reconocer que tenemos un ego y observar cómo actúa, nos permite alinear nuestras acciones y decisiones con nuestro auténtico ser, en lugar de ser guiados por miedos y deseos impulsados por el ego.

En nuestro próximo post, exploraremos cómo podemos trabajar con nuestro ego para facilitar nuestro viaje de hacer a ser.